

La carbonilla es un material de dibujo hecho por la carbonización al vacío de una rama de árbol, típicamente de sauce o brezo. Es una herramienta ideal para dibujar y bocetar.
El uso de la carbonilla se remonta a la prehistoria, empleada para delinear formas. Artistas como Da Vinci, Delacroix, Degas, Goya y Seurat, la usaron para sus estudios. No obstante, Auguste Allongé, un artista francés del siglo XIX, dió un estatus de nobleza al publicar un tratado sobre el tema en 1873, el cual fue traducido a varios idiomas.
La creación de tus propias carbonillas es sumamente sencilla. Lo más complicado radica en seleccionar la rama adecuada. Si bien se pueden utilizar varias maderas, aquellas provenientes del huso, el sauce, el fresno y el álamo suelen proporcionar carbones de mejor calidad.
También llamado bonete de cura o bonetero. Es un arbusto muy común en gran parte de Europa.
El sauce es un árbol muy extendido en Europa. Hay más de 360 especies diferentes.
El fresno se reconoce por sus grandes cogollos negros. Hay unas sesenta especies distribuidas por gran parte de Europa.
Hay 35 especies de álamos. Se encuentra en regiones templadas y frías del hemisferio norte.
Las ramas del huso son venenosas, si vas a usarlas es fundamental lavarse las manos después de hacer las carbonillas.
Además, se recomienda no permitir que los niños realicen esta actividad sin supervisión.
¡Evitá hacer carbonillas en un día ventoso, porque la lata debe mantener el mismo calor durante todo el proceso de fabricación!
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¡ Que no contenga revestimiento plástico adentro !
Cortar las ramas para que no sobrepasen la altura de la lata.
Con la ayuda del pela papas, pelar las ramas hasta que aparezca la parte clara de la rama.
Colocar las ramas peladas dentro de la lata.
El papel aluminio va a cumplir la función de tapa de la lata. Cortar un trozo de papel y cubrir la parte superior.
Ajustar el papel aluminio, primero con las manos y luego reforzar con una o dos vueltas de alambre.
Cortar los excedentes de papel aluminio para que no pasen debajo de la mitad de la lata y así evitar que se quemen con el fuego.
Con la punta de un cuchillo hacer un agujero de 0,5 cm (aproximadamente) en el centro de la “tapa” de papel aluminio.
Poner la lata sobre el anafe y encenderla a fuego lento.
El papel aluminio no debe tocar el fuego.
Dejar sobre el fuego unos minutos.
Con un encendedor o un fósforo prender fuego encima del agujero. En algún momento se va a crear una llama.
Esperar hasta que se apague.
Apagar el anafe y dejar dos minutos en reposo.
Retirar la lata del fuego con los guantes de cocina para evitar quemarse.
Si no hay llama repetir la operación cada 30 segundos hasta que aparezca.
Esperar que la lata se enfríe y retirar las carbonillas.
Ya están listas para usar.
Si estás interesado en dominar la técnica de la carbonilla, hay dos opciones: puedes intentar aprender por tu cuenta, equivocarte y volver a intentarlo hasta que lo logres, o puedes optar por tomar un curso que te permita dominar esta herramienta de forma rápida y eficiente, ahorrando tiempo y esfuerzo.
Recomiendo el curso de Xavier Denia para aprender dibujo con carbonilla. Te ayudará a progresar rápidamente en habilidades como proporciones, claroscuros y volúmenes, que también son útiles para otras técnicas de dibujo o pintura.
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