La receta de pintura a base de harina, también conocida como pintura sueca o pintura al ocre, es sumamente fácil de preparar. Además de ser una opción económica, esta pintura es increíblemente resistente a las condiciones climáticas adversas.
La pintura sueca se cree que se originó al final de la era vikinga y fue utilizada para decorar las casas de madera suecas durante siglos. Con el tiempo, se popularizó en Escandinavia y se extendió a Europa y América del Norte.
Para producir los pigmentos necesarios para la pintura sueca, se utilizaba escoria extraída de la mina de cobre de Falun. Este mineral se cocía a altas temperaturas en hornos, y dependiendo del tiempo de cocción, se obtenía un pigmento que podía variar del rojo al negro. De esta manera, se obtenía un color característico y duradero que protegía las casas de madera de los rigores del clima.
Se recomienda utilizar esta pintura para madera, pero personalmente la uso para pintar mis murales sobre concreto y los resultados han sido muy satisfactorios. Incluso un año después de su aplicación, la pintura no ha mostrado signos de alteración.
Al igual que con todas las pinturas, si la vas a usar para exteriores, se debe esperar a que el clima sea lo suficientemente templado (ni demasiado caliente ni demasiado frío). En lo ideal sería mejor que no llueva durante al menos tres días después de la aplicación de la pintura para obtener los mejores resultados.
Usá solo pigmentos naturales (ocres u óxidos de hierro). No todos los pigmentos sintéticos son compatibles con esta receta.
Si no estás familiarizado con algún término, material o ingrediente utilizado en la preparación de la pintura, no dudes en consultar el glosario para obtener una mejor comprensión.
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En la olla, verter 1 litro de agua, luego agregar los 350 g de harina, comenzar a remover con el batidor mientras se agrega los 3 litros de agua restantes.
Calentar esta mezcla a fuego lento mientras se revuelve durante 15 minutos. ¡Asegurarse de que la harina no se pegue al fondo de la olla! Se obtiene un pegamento de harina.
Verter los pigmentos dentro de la preparación.
Añadir los 100 g de sulfato de hierro y seguir calentando, removiendo para que los pigmentos se mezclen bien y así evitar que la pintura se pegue al fondo de la olla.
Agregar 0,5 L de aceite de lino para fortalecer el aglutinante. Hay que seguir cocinando a fuego lento durante 15 minutos y por supuesto hay que seguir removiendo.
Verter los 5 cl de jabón neutro.
Dejar enfriar.
Agregar agua si la pintura es demasiada espesa.
La pintura está lista.
¡El sulfato de hierro oscurece los colores! No excedá las proporciones recomendadas.